Este verano conocí a Mulay, el invitado veraniego de Salón de Sol-Equilicua, y me recordó aquellos niños que en 1974 conocí en el Aaiún.
De aquellos niños hoy serán los actuales dirigentes de cuarenta años, los técnicos, los soldados y los profesores en los campamentos del exilio en Tindouf (Argelia) o en concreto en el campamento de Dajla, donde las mujeres desarrollan numerosas actividades creativas (véase la foto).
Sin embargo la vida sigue siendo muy dura para los saharauis. Los que quedaron en el Aaiún siguen siendo encarcelados y juzgados de mala manera ante la menor expresión de libertad para su pueblo.
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