Este es mi artículo de hoy en Diario de Ibiza, donde en efecto se han encontrado reservas de petróleo. Después, le invito visitar mi blog principal.
No se ha encontrado petróleo en aguas de Ibiza, pero desde hace al menos tres décadas se barajan los indicios mínimos necesarios para que pueda haberlo.
Se sabe a grandes rasgos (Servicio Geológico de Estados Unidos – USGS) que en una extensa zona que abarca desde Baleares hasta las islas de Córcega y Cerdeña, hay como unos 2.500 kilómetros cuadrados donde casi con toda seguridad se acumulan grandes depósitos de petróleo y de gas.
La profundidad del agua es de unos 2.500 metros de media, pero los hidrocarburos se extraen salvando las aguas y perforando en el suelo marino casi la misma cantidad de metros. O sea que está a cinco kilómetros de profundidad desde la superficie del mar.
Estas son zonas de reserva, guardadas en la boutique, según el argot, y que de momento no serán exploradas ni explotadas. Es más rentable seguir extrayendo gas y petróleo desde los yacimientos de Libia y Argelia, que juntos suman el 84% de las reservas de todo el Mediterráneo.
Pero estas catas de exploración se hacen igualmente, a pesar de su elevado coste, para disponer de distintas opciones y para conocer la composición de las rocas del fondo.
Esta zona mencionada y las aguas del Canal de Ibiza son adecuadas geológicamente para albergar reservas importantes de petróleo y de gas. Y de hecho ya se han detectado fugas o escapes de fluido en las fumarolas, cráteres o pockmarks de las cuales emanan gases de distinta composición.
En aguas del canal y frente a Valencia, en pleno golfo, se da por segura la existencia de bolsas importantes.
Ahora bien ¿piensa alguien que se permitiría en estos momentos los arduos y peligrosos –por lo contaminantes- trabajos de explotación? Ignoro si los permisos dependen del ministerio de Industria o de las comunidades autónomas, pero el hecho es que el turismo es sagrado, al menos hoy.
Y de momento hay sitios donde la extracción es mucho más rentable.