Mediterráneo: Las claves del puzzle libanés, El Mundo

domingo, abril 13, 2008

Las claves del puzzle libanés, El Mundo

Las claves del puzle libanés

ELMUNDO.ES
Vista de la ciudad de Beirut. (Foto: AP)

Dividido entre cristianos y musulmanes, acosado por sirios e israelíes, el Líbano ha vivido pocos momentos de paz desde que nació como Estado en 1943.

El 12 de julio de 2006, un enfrentamiento en la frontera entre el Líbano e Israel reabrió un conflicto que se mantenía latente. La crisis la desató un ataque de Hizbulá sobre el territorio israelí en el que dispararon decenas de cohetes 'Katyusha' y proyectiles de mortero. Al menos ocho soldados israelíes murieron y la milicia chií libanesa apresó a dos militares hebreos. Israel calificó el ataque, sucedido en una región invadida por sus militares, de 'acto de guerra'. En ese momento se inició una nueva escalada de violencia.

El conflicto que ahora resucita tiene un pasado largo y complejo. Éstas son las pistas principales para comprender la actual situación de el Líbano.

  • Creación del Estado. El Líbano surge como país con la firma en 1943 de un pacto entre las diferentes comunidades que lo habitan. La distribución del poder se estableció entonces con arreglo al peso demográfico de cada una de ellas. Entonces predominaban los cristianos (maronitas, griegos ortodoxos, griegos católicos y otras confesiones) frente a los musulmanes (suníes, chiíes y drusos). La presidencia del Estado quedó en manos de los maronitas, la jefatura del Gobierno fue para los suníes, una cartera ministerial al menos para los drusos y la presidencia del Parlamento fue controlada por los chiíes. La proporción de parlamentarios se estableció en seis cristianos por cada cinco musulmanes.
  • Guerra civil (1975-1990). A mediados de los años 70, se produjo la ruptura de este artificioso acuerdo, que provocó el inicio de una guerra civil cuyas consecuencias todavía influyen en la región. Gracias a su crecimiento demográfico, los musulmanes, particularmente los chiíes, superaron a los cristianos. Los maronitas reaccionaron con violencia, negándose a perder sus privilegios.
  • Esta situación se vio agravada por la rivalidad entre Siria e Israel, que convirtieron la pequeña nación en su teatro de operaciones, y la presencia cada vez mayor de palestinos. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasir Arafat consideró el Líbano su último refugio después de ser perseguidos en Jordania. En 1973 constituían el 10% de la población, aunque sus condiciones de vida eran penosas, concentrados en campos de refugiados en el sur.

    En una primera fase de la guerra, los cristianos retrocedieron frente a palestinos y chiíes, hasta que Siria acudió en ayuda de los maronitas. En 1976, 20.000 soldados sirios invadieron el Líbano. Beirut fue dividida en dos partes: el norte, para los cristianos; el sur, para los musulmanes. La guerra provocó el exilio de miles de libaneses y la quiebra de una de las economías más florecientes de la región. A la lucha de las diferentes facciones se unió la intervención de Israel, que lanzó varias campañas. El 6 de junio de 1982, 60.000 soldados israelíes invadieron el país.

    La guerra finalizó cuando las tropas apoyadas por Siria tomaron el control del país. El conflicto causó la muerte de al menos 150.000 libaneses, una cuarta parte de la población se exilió y cientos de miles vivían como refugiados en su propio país. En 1992 se celebraron las primeras elecciones en 20 años.

  • El papel de Hizbulá. Esta milicia chií fue creada en 1982 como reacción a la invasión israelí. Apadrinada por Irán, país con mayoría chií, también cuenta con el apoyo de Siria. Combatió a los ocupantes israelíes hasta que Tel Aviv retiró a sus tropas, en 2000. Hizbulá se ha negado a entregar las armas, desafiando una resolución de la ONU. Continúa luchando contra Israel con dos objetivos declarados: la liberación de centenares de presos palestinos y libaneses y la devolución por parte de Israel del territorio conocido como las Granjas de Cheba. Su líder es Hasan Nasralá y la milicia es parte integrante del actual Gobierno libanés.
  • El fallecido Rafik Hariri. (Foto: AP)
    El fallecido Rafic Hariri . (Foto: AP)
  • La frágil reconstrucción. Distintos gobiernos se han sucedido desde que acabó la guerra civil sin lograr estabilizar el país. Siria siguió interviniendo en la política interna e Israel continuó hostigando militarmente. El asesinato el 14 de febrero de 2005 del ex primer ministro Rafic Hariri demostró la fragilidad de la democracia. La oposición al presidente Emile Lahoud, considerado prosirio y en el poder desde 1998, dirigió sus iras contra Damasco, a quien consideraba detrás del crimen. La presión internacional hizo que Siria retirara en abril de 2005 los 14.000 soldados que todavía tenía en el país.
  • Las elecciones celebradas en mayo y junio de 2005 llevaron al poder a una coalición antisiria dirigida por el hijo de Hariri, Saad. Fue nombrado primer ministro Fouad Siniora, quien prometió continuar las reformas del líder asesinado. En su gabinete hay miembros opuestos a Siria e incluyó, por primera vez, a un ministro de Hizbulá. En una curiosa cohabitación, el presidente prosirio Lahoud desafía las presiones para retirarse y asegura que continuará hasta finales de 2007.


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