Mediterráneo: diciembre 2009

viernes, diciembre 18, 2009

Cuatro cachalotes muertos en las costas italianas por ingerir plásticos

Bolsas de plástico, cuerdas, cajas y contenedores de varios metales, ésta es la radiografía del estómago de los cachalotes hallados muertos la pasada semana en la costa de la Puglia (sur de Italia).

El pasado jueves la localidad de Foce Varano encontraba una desagradable sorpresa en su playa. Nueve cachalotes de unos diez metros de longitud y 15 toneladas fueron avistados. Dos de ellos lograron nadar hacia alta mar, pero los otros murieron.

Según ha explicado este viernes el profesor Giuseppe Nascetti, uno de los mayores expertos de ecología marina y encargado de dar con el porqué de la muerte de estos animales, cuatro de los cachalotes tenían el estómago completamente lleno de plástico seguramente porque “lo habrían confundido con calamares, único alimento del que se nutren”.

“El que parecía ser el jefe de la manada”, asegura el experto al Corriere, “no tenía el estómago lleno del todo. Pero la muerte de los siete ejemplares se debe al hecho de que los tres que no habían ingerido objetos de plástico habían seguido al jefe para morir como él en la playa. Es un comportamiento ligado al espíritu gregario de los grupos de jóvenes machos”.

La Información

domingo, diciembre 13, 2009

Los 7 cachalotes encallados en las costas italianas fallecen


 
AGENCIAS. 13.12.2009 - 13.53 h
Siete cachalotes que se aproximaron a una playa de Italia en la noche del pasado jueves yacen muertos en la costa adriática italiana, después de que el último de ellos falleciera en las últimas horas tras más de un día de agonía.

Los cuerpos de los cetáceos permanecen encallados en la costa de Foce Varano, entre los municipios de Cagnano Varano e Ischitella, en la región de Apulia (sureste de Italia), a la espera de que las autoridades puedan retirarlos, según informan los medios de comunicación italianos.
Los siete animales llegaron en la noche del pasado jueves, por razones que aún se desconocen
Los siete animales llegaron en la noche del pasado jueves, por razones que aún se desconocen, al litoral de la provincia de Foggia en compañía de otros dos cachalotes, que consiguieron salir con vida de la zona.

Desde entonces y hasta este domingo, algunos de los cachalotes, para los que el Ministerio de Medioambiente denegó el sacrificio, han estado agonizando en las proximidades de la playa de Foce di Capo Iale-Laguna di Varano.

Para mañana ha sido convocada una reunión en la delegación del Gobierno en Foggia en la que se estudiará el modo en el que pueden ser retirados los cuerpos de los siete animales, ya que empiezan a dar signos de descomposición y a desprender un gran hedor.
Medidas de seguridad necesarias

Las autoridades locales, que se afanan en buscar el lugar idóneo para enterrar a los cetáceos, han dispuesto las medidas de seguridad necesarias, también sanitarias, para evitar que los curiosos se acerquen demasiado a los cachalotes.

Los cuerpos de los animales pesan unas 13 toneladas cada uno y se encuentran en una zona de difícil acceso para los medios de motor necesarios para su levantamiento y transporte, y éste es el principal punto que abordarán mañana las autoridades en la reunión en la delegación del Gobierno.

A falta de realizarles las autopsias, los veterinarios presentes en la zona apuntan a que el fallecimiento de los animales se debió a causas naturales, muy probablemente por el aplastamiento de su diafragma que sufrieron tras encallar en la costa.
20minutos Foto Efe.

jueves, diciembre 10, 2009

Un cataclismo que no se había visto nunca llenó el Mediterráneo



La mayor inundación de la Tierra llenó el Mediterráneo en menos de dos años

Hace 5,33 millones de años se produjo la mayor inundación conocida nunca en la Tierra. Y ocurrió en el Mediterráneo, entonces una cuenca reseca, un desierto de altísimas temperaturas a 1.500 metros de profundidad, donde el agua se reducía a unos pequeños lagos perdidos y la vida era casi inexistente. De repente, una avalancha de agua como no podemos imaginar encontró camino en el Estrecho de Gibraltar desde el Atlántico y convirtió la zona en el mar que conocemos ahora. El ímpetu del «trasvase», mil veces superior a la corriente del río Amazonas, fue tan potente que el nuevo mar se formó en menos de dos años, un abrir y cerrar de ojos si se considera el tiempo desde un punto de vista geológico. Cada día, el nivel de las aguas subía diez metros. El estudio, realizado por investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que publica esta semana la revista Nature, descarta las teorías de que este mar «en medio de las tierras» había tardado en formarse de 10 a 10.000 años.
«No puede relacionarse seriamente con el diluvio universal porque sucedió hace 5 millones de años, los primeros homínidos todavía estaban restringidos al sur de África y, obviamente, ni siquiera hubieran podido contarlo, pero realmente parece algo bíblico», reconoce Daniel García-Castellanos, científico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, en Barcelona. Lo que ocurrió, según describe, es más o menos como sigue. El Mediterráneo se encontraba entonces absolutamente seco -la llamada crisis salina del Mesiniense-, al quedar aislado de los océanos durante un largo período de tiempo, alrededor de unos 300.000 años. Pero el Estrecho sufrió un hundimiento tectónico y las aguas del Atlántico descargaron con toda su fuerza sobre la zona del Mediterráneo, que se encontraba 1,5 kilómetros por debajo del nivel del mar. La inundación fue «rapidísima», tuvo un ritmo frenético que provocó en el fondo marino una erosión de cerca de 200 kilómetros de longitud y varios kilómetros de anchura. El Mediterráneo tardó entre unos meses y dos años en llenarse, un «guiño» en el tiempo de la Tierra.
Desbordamiento extremo«Es el caso más extremo de este tipo de desbordamiento, mucho más abrupto de lo que se había imaginado», dice García-Castellanos. «El agua circulaba a cientos de kilómetros por hora». Quedó una señal del acontecimiento: el canal erosivo que atraviesa el estrecho, de unos 500 metros de profundidad y hasta ocho kilómetros de anchura. Se extiende a lo largo de unos 200 kilómetros entre el Golfo de Cádiz y el Mar de Alborán.
Ese gigantesco surco fue descubierto hace unos años, cuando los ingenieros del túnel que debía unir Europa y África estudiaban el subsuelo del Estrecho de Gibraltar. Entonces, los geólogos y geofísicos pensaron que esta enorme erosión había sido producida por algún río de gran caudal durante la desecación del Mediterráno en vez de por la inundación. «Esperamos que el artículo contribuya, en cierta medida, a planificar las obras del túnel para unir Europa y África. Sería cerrar un bello círculo que nuestra investigación acabara contribuyendo a ello», apunta el investigador.
¿Puede ocurrir algo semejante de nuevo en algún lugar del mundo? «No, el único lugar comparable sería el Mar Muerto, pero está demasiado aislado para sufrir un proceso parecido».

Una inundación monstruosa llenó el Mediterráneo en dos años

Final del Mioceno, hace casi seis millones de años. El Mediterráneo es un inmenso desierto salpicado por lagos salinos cuyo nivel de agua está entre 1.500 y 2.700 metros por debajo de la superficie del actual mar. Un escenario muy diferente del actual. Un evento geológico aún desconocido abre una pequeña vía de agua en el actual estrecho de Gibraltar, que era una barrera natural que impedía el paso de agua, y el océano Atlántico comienza a penetrar en la cuenca del actual mar Mediterráneo.
La erosión hace el resto del trabajo y en poco tiempo (geológico) el paso de agua tiene tal tamaño que consigue que el 90% del agua que tiene en la actualidad el 'Mare Nostrum' entrara por el estrecho en menos de dos años. Lo que supone un caudal de agua unas 1.500 veces superior al del río Amazonas.

Movimiento geológico

"No conocemos exactamente el proceso que aisló el Mediterráneo permitiendo que se evaporase ni el que puso en contacto el agua del Atlántico con la cuenca del Mediterráneo, pero ambos procesos tienen orígenes similares", asegura Daniel García-Castellanos, científico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera de Barcelona, dependiente del CSIC, y principal autor del trabajo. "Aun así parece claro que el origen de ambos es el movimiento de placas tectónicas bajo el estrecho".
Hasta ahora se pensaba que este mar había tardado en llenarse de 10 a 10.000 años y que la entrada de agua fue similar a una gran cascada. Esta nueva investigación revela que la mayor parte del llenado ocurrió en un periodo de hasta dos años y que, más que un salto de agua, ésta discurría de forma gradual por una rampa de varios kilómetros de ancho y cuya pendiente sería de alrededor del 4%.
A pesar de esta aparentemente tranquila entrada de agua, durante los momentos de mayor entrada de agua, el nivel del mar llegó a ascender a un ritmo de 10 metros diarios. Esta inundación que reconectó el Atlántico con el Mediterráneo provocó en el fondo marino una erosión de cerca de 200 kilómetros de longitud y varios kilómetros de anchura.
"Ya se sabía que el Mediterráneo se había formado por la entrada de agua del Atlántico", dice Manel Fernández, coautor de la investigación y director del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera. "Pero lo que sostiene nuestro trabajo es que la inundación fue mucho más abrupta de lo que se pensaba hasta ahora".

El Mundo