Una visión celestial o satelital, desde la cual todo el terrorismo corso, la mafia y las invasiones de medusas quedan al margen como una peca insignificante, como una pulga.
El Mediterráneo se revela con toda su claridad y belleza, pero también con toda la fuerza abrupta que nos ofrecen unas montañas realmente endiabladas y difíciles.
Córcega bien vale al menos un mes de vacaciones, un buen vehículo y ganas de participar activamente en una aventura humana y paisajística inolvidable.
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