Ibiza, paraíso del Mediterráneo, por Chano Montelongo, Ocho Leguas/El Mundo

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Chano Montelongo

Actualizado lunes 21/07/2008 18:43 horas

'Eivissa' es su nombre original. Además de ser la isla del hedonismo y de las noches interminables, es también un idílico paraíso al más puro estilo mediterráneo. Hoy, Ibiza es uno de los destinos turísticos más populares de España y de los países del entorno. Innumerables viajeros acuden año tras año a este lugar en busca de lo que la ha hecho famosa: sus fiestas, sus playas, sus espectaculares atardeceres y sus aguas excepcionalmente claras y limpias. No en vano la isla ha sido declarada por la Unesco Reserva Natural y Patrimonio de la Humanidad.

Los perfiles de las inmersiones que se pueden realizar en Ibiza cambian mucho dependiendo de la zona. Así, en las costas del sur-suroeste de Ibiza encontramos un brazo arenoso que prácticamente la une con la más pequeña de las Pitiusas, Formentera, por lo que los fondos son aquí poco profundos.

Por el contrario, el resto de la zona costera está compuesta de acantilados y calas recortadas que caen muy rápidamente a fondos bastantes profundos. Las pequeñas dimensiones de la isla (una superficie de 572 kilómetros cuadrados y un perímetro de tan sólo 170) favorecen que los aficionados puedan elegir a su antojo la zona para bucear y desplazarse a ella en el mismo día, siendo el trayecto, la mayor parte de las veces, un agradable paseo a través de un espléndido entorno natural.

Las praderas de posidonia, pulmones del Mediterráneo

Hablar de las islas Pitiusas y, concretamente de Ibiza, es hablar, sin duda, de uno de los mejores lugares del Mediterráneo para bucear. La luminosidad que poseen estas aguas provocan la proliferación de las praderas de posidonia, muy típicas de estos fondos y exclusivas de la cuenca mediterránea. Este mar es muy pobre en nutrientes y las praderas de posidonia son muy importantes en este aspecto, ya que fabrican grandes cantidades de materia orgánica. Las praderas albergan numerosas especies marinas y actúan como lugar de reproducción y guardería de alevines.

Ligadas a ellas, viven 24 especies de algas, foraminíferos, esponjas, cnidarios, moluscos, crustáceos y briozoos. Entre la fauna que habita este ecosistema se encuentra con frecuencia el caballito de mar (Hippocampus sp.), el pez de San Pedro (Zeus faber), el cangrejo ermitaño (Dardanus sp), cnidarios como la Alicia mirabilis y nudibranquios como la flabelina o la vaquita suiza.

La posidonia oceánica tiene un papel fundamental en la conservación y protección de las playas

La posidonia oceánica, planta endémica, tiene, además, un papel fundamental en la conservación y protección de las playas, formando arrecifes marinos paralelos a la costa, elevándose en algunos casos entre un metro y medio y dos metros de altura, lo cuál crea un rompeolas natural que atenúa la acción del oleaje.

Asimismo, en las playas, las hojas muertas que han sido arrancadas de las praderas forman barreras contra los efectos de la erosión causada por los temporales del invierno. Otra función de la posidonia es la depuración y oxigenación de las aguas costeras para producir aguas de gran calidad y transparencia.

Son los verdaderos pulmones del Mediterráneo. Su gran importancia está sobradamente reconocida, ya que las praderas están incluidas en la Directiva Hábitats de la Unión Europea como hábitat prioritario protegido. Las praderas entre las Pitiusas están especialmente bien conservadas y han recibido la categoría de Patrimonio de la Humanidad.

Puntos clave de buceo

Pero no todo en los fondos marinos de Ibiza son plantas (la posidonia no es un alga, ya que crece en un fondo móvil, arenoso, mientras que las algas son de sustrato rocoso), hay que tener muy en cuenta sus espectaculares acantilados, los bajos sumergidos, los pecios llenos de vida -y en los que aún es posible (con un poco de suerte) encontrar algún vestigio de civilizaciones pasadas- y las cuevas e islotes que permiten al buceador descubrir toda la esencia de este mar, siempre con temperaturas que oscilan entre los 27ºC en verano y los 15ºC en invierno.

En estos puntos de buceo, el paisaje submarino está dominado por la presencia de gorgonias, esponjas, anémonas, nudibranquios, morenas congrios, langostas y pulpos. Numerosos cardúmenes de serviolas, sargos, corvinas y espetones, así como enormes meros suelen acompañar a los buceadores en casi todas las inmersiones.

Existen dos zonas declaradas reservas naturales: El Parque Natural de Ses Salines, que comprende todo el sur de Ibiza y el norte de Formentera, y el Parque Natural de Cala d'Hort, localizado al noroeste de Ibiza. Con esta riqueza natural, Ibiza ofrece a los submarinistas más de un centenar de buenas inmersiones, donde principiantes y expertos pueden encontrar lo que buscan.

Entre las inmersiones más populares de este paraíso natural podemos destacar, al este de la isla, la Llosa de Santa Eulària, frente a la punta Arabí, un bajo de suaves pendientes, a veces, y verticales escalones que permiten inmersiones a diferentes cotas de profundidad y donde se pueden encontrar nacras, morenas, espetones, sargos y confiadas brótolas; y la Llosa Figueral, dónde predomina un paisaje de cascajo y de praderas de posidonia verde. Además, durante la inmersión encontraremos una enorme baliza de señalización que se hundió hace ya bastantes años. El pecio está rodeado de interesantes bancos de salpas, sargos y otras especies.

Si se administra bien el aire se pueden visitar la Cueva de la Luz y Las Columnas de Hércules en una sola inmersión

Al norte de la isla, en el municipio de San Joan, el punto de buceo más famoso es el que comprenden la Cueva de la Luz y Las Columnas de Hércules. Son dos impresionantes cuevas submarinas esculpidas caprichosamente por la naturaleza que, en realidad, son dos buceos bien diferenciados, pero que, dada la proximidad entre ambos lugares, si se administra bien el consumo de aire se pueden visitar las dos cuevas en una sola inmersión. Las entradas de luz y los contraluces que caracterizan estas dos cuevas ayudan a crear un ambiente completamente sobrenatural.

Por último, en la zona oeste de la isla los puntos de inmersión son muy numerosos, aunque hay que destacar alguno hablaríamos del Escalón de s'Espartar, situado en el Parque Natural de Cal d'Hort, El Bajo de Sa Bota, una montaña submarina que nace desde los 60 metros de profundidad, y Es Vedrá, un famoso islote localizado en una zona catalogada como Área Natural de Especial Interés. En ella se pueden admirar unas espectaculares paredes submarinas con interesantes abanicos de gorgonias violáceas (Paramuricea clavata), amarillas madréporas (Laptopsamnia) y coloridas esponjas (Aplysina), además de anémonas y espirógrafos. Todo un mundo de color y vida tan enigmático como bello.

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