Desde el viernes, Turquía ha emprendido una ofensiva general y en toda regla contra los refugios de los guerrilleros turcos, escondidos en las montañas del norte de Irak.
No menos de 10.000 soldados participan en el ataque combinado, a pesar de que la ONU ha advertido de que está prohibido sobrepasar las fronteras.
En los primeros ataques han caído media docena de soldados turcos y más de 44 soldados del PKK, o partido del trabajo kurdo.
Turquía no parece muy decidido a obedecer a la ONU. Lleva varios meses responiendo a los hostigamientos y ha concentrado cada vez mayor contigente de tropas y material, en un claro mensaje de que no permitiría más movimientos enemigos en la zona. Y parece que ha llegado el momento de mover ficha.
(Foto gentileza de Reuters)
