Abajo, las dulces costas turcas de Licia; arriba, una de tantas goletas y pequeños yates que aprovechan la riqueza y gran variedad de las islas griegas y de las costas turcas. este tipo de turismo es silencioso, pero existe otro, el masivo turismo europeo que es muy destructivo.
El turismo ofrece algunas ventajas en comunidades rurales y en localidades aisladas con difícil acceso a una industrialización y a una creación de puestos de trabajo.
Pero los hechos y la experiencia demuestran que el turismo es muy destructivo. Por donde pasa, arrasa, destruye la estructura económica arcaica pero también las comunidades, el habitat humano y la integridad paisajística.
El fenómeno en el Mediterréno conlleva un proceso muy agresivo. La organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha advertido repetidamente sobre el impacto que tiene el turismo masivo en la cuenca del Mediterráneo.
El Mediterráneo es el principal destino turístico mundial.
Los países del Mediterráneo reciben anualmente 220 millones de turistas y dentro de 20 años la cifra crecerá hasta los 350 millones.
Estas cifras están causando estragos en la integriodad de las costas, la pureza de las aguas y los mismos fondos marinos del Mare Nostrum.
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